Página 45 - Revista Chilena de Dermatologia

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Rev. Chilena Dermatol. 2015; 31 (2) : 155 - 160
Tuberculosis cutánea: Revisión del tema a propósito de dos casos
La localización más frecuente de las lesiones es en tron-
co. Se describen como máculas eritematosas pequeñas o
pápulas necróticas
2
. Clínicamente, puede ser muy seme-
jante a una celulitis o erisipela
15
.
La histología evidencia granulomas tuberculosos necroti-
zantes con múltiples BAAR
2
.
Absceso frío o Goma Tuberculoso
Se produce por diseminación metastásica vía hematógena
del Bacilo de Koch, la mayoría de las veces en un período
de inmunodepresión
10
.
Clínicamente se forman abscesos, únicos o múltiples, ge-
neralmente en extremidades o tronco, sin compromiso de
tejidos profundos
2
.
El diagnóstico se confirma con cultivos o biopsias de piel
que evidencian la presencia del bacilo. La histopatología se
caracteriza por una necrosis cutánea masiva con múltiples
Bacilos de Koch y además puede demostrar granulomas tu-
berculosos en la dermis profunda
12
.
Tuberculides
Este término se refiere a aquellas dermatosis producidas
comúnmente como erupción cutánea por hipersensibilidad
a Bacilo de Koch en pacientes con enfermedad tuberculosa
activa. Los cultivos y biopsias son negativos para Bacilo de
Koch, aunque el ADN puede ser detectado con PCR
12,16
. Es
común la buena respuesta a terapia antituberculosa.
En este grupo se incluyen el Eritema Indurado de Bazin,
el Tuberculide Papulonecrótico y el Liquen Escrofulosorum.
Eritema Indurado de Bazin
Es más frecuente en mujeres jóvenes y su aparición se aso-
cia a enfermedad pulmonar activa
17
. Su presentación clínica
clásica corresponde a nódulos subcutáneos violáceos ulce-
rados en la cara posterior de las piernas, que se desarrollan
en algunas semanas
2
. El curso es crónico, aunque algunos
pacientes resuelven espontáneamente luego de semanas a
meses, con secuelas como cicatrices e hiperpigmentación
postinflamatoria
17
. El principal diagnóstico diferencial es la
Vasculitis nodular, una enfermedad muy probablemente re-
lacionado con insuficiencia venosa
2
.
La histología incluye al menos 3 de 4 elementos: paniculitis
de predominio lobulillar, necrosis del tejido adiposo, vascu-
litis y formación de granuloma. Los BAAR son difíciles de
encontrar en el cultivo. La PCR puede ser útil, detectando
ADN del Bacilo de Koch en el 14% a 77% de las biopsias
17
.
El PPD es generalmente positivo
2
.
Tuberculide Papulonecrótico
Su presentación clínica consiste en múltiples pápulas simé-
tricas de 1 a 5 mm de diámetro, con un centro umbilicado y
necrótico. Generalmente se encuentran en áreas extenso-
ras de las extremidades y se presentan con más frecuencia
en adultos jóvenes y niños con enfermedad tuberculosa
activa en otra zona
2
.
Se deben considerar como diagnósticos diferenciales: pi-
cadura de insecto, prúrigo, vasculitis leucocitoclástica, pi-
tiriasis liquenoide, granuloma anular perforante, foliculitis
supurativa, sífilis secundaria, tuberculosis miliar y papulosis
linfomatoidea
19
.
Liquen Escrofulosorum
Ocurre generalmente en niños y está asociada usualmente
a TBC pulmonar, ósea o de los linfonodos, además se en-
cuentra frecuentemente el antecedente de vacuna antiTBC
en casi el 70% de los casos. Se presenta usualmente como
una erupción de múltiples pápulas pequeñas liquenificadas,
afectando generalmente el tronco
2
.
El diagnóstico diferencial puede incluir distintas formas de
liquen, queratosis pilaris, pitiriasis rubra pilaris y sarcoidosis
liquenoide
2
.
Tratamiento
La terapia estándar de la TC, al igual que las demás TBC
extrapulmonares corresponde al esquema clásico diario por
2 meses que incluye cuatro drogas (Isoniacida, Rifampizi-
na, Pirazinamida y Etambutol), para continuar con el esque-
ma bisemanal de 2 drogas (Isoniacida, Rifampicina) por 4
meses más
2-4
.
La respuesta al tratamiento debe ser valorada clínicamente
y esta se observa entre las 4 y 6 semanas desde el inicio
de la terapia
2
. La falla al tratamiento debe hacer sospechar
una resistencia a las drogas de primera línea y en ese caso
será necesario usar drogas de segunda línea como quino-
lonas o aminoglicósidos
2,3
.
Si bien el tratamiento quirúrgico no es utilizado de manera
rutinaria, algunas veces es necesario como terapia coadyu-