Dra. María Teresa Molina C.

DEFINICIÓN
El acné es una enfermedad inflamatoria, crónica de la piel, de origen hormonal (dependiente de los andrógenos), con una predisposición genética; de gran frecuencia en la adolescencia. Afecta la zona donde se ubican el pelo y la glándula sebácea conocida como la unidad pilo-sebácea; particularmente a la glándula sebácea y se localiza en la cara, el pecho y la espalda.

CUANDO COMIENZA EL ACNE
Las mujeres desarrollan acné usualmente alrededor de los 12 ó 13 años y el hombre alrededor de los 13  ó 14 años; ya que el comienzo de la adolescencia en ellas es más  precoz. Sin embargo, tanto en niñas como en niños, pueden aparecer entre  los 8 y 9 años, puntos negros y blancos, llamados comedones, los cuales son  lesiones no inflamatorias. Las lesiones inflamatorias ocurren posteriormente.

La mayor severidad del acné ocurre entre los 17 y 18 años en la mujer y entre los 19 y 21 años en el hombre.
En  el 93% de los pacientes, el acné se resuelve, alrededor de los 25 años, aunque puede persistir hasta la tercera y cuarta década de la vida; lo que se denomina acné tardío o post-adolescente. También existe el acné del adulto, mas frecuente en la mujer, que incluso puede aparecer por primera vez    después de los 25 años y presenta características diferentes, al acné de la mujer en la adolescencia.

POR QUE SE PRODUCE EL ACNE

Al llegar la pubertad la glándula suprarrenal y las gónadas (ovario y testículo) sintetizan hormonas masculinas, los andrógenos, que circulan en la sangre, habitualmente dentro de límites normales. Estas hormonas ingresan a la glándula sebácea de la piel, donde se convierten en hormonas masculinas más potentes, estimulando el desarrollo de la glándula y aumentando la producción de sebo.
En pacientes con acné, por una predisposición genética, la glándula sintetiza mayor cantidad de andrógenos, aumentando la secreción de sebo. Además se produce una alteración en la pared de los folículos o queratinización anormal, que se caracteriza porque el poro o conducto de salida del sebo se tapa con escamas ( corneocitos, descamados).  El taponamiento del conducto sebáceo es el que origina el comedón cerrado o punto blanco y el comedón abierto o punto negro.

Dentro del comedón cerrado, hay gran cantidad de material sebáceo y por consiguiente sirve de alimento a una bacteria, el Propionibacterium acnes, que es parte de la flora residente normal de la piel, pero en estas circunstancias prolifera y libera mediadores pro-inflamatorios, rompiendo estos comedones y originando, de acuerdo a la magnitud de la ruptura, profundidad y grado de inflamación, las lesiones inflamatorias observadas en el acné, como son  las pústulas, pápulas y nódulos.

Entonces, el acné  se clasifica en acné leve, moderado, severo o muy severo de acuerdo al tipo de lesión y al número de ellas.

MANIFESTACIONES CLINICAS

Lesiones no inflamatorias
Comedones cerrados o puntos blancos
Comedones abiertos o puntos negros 

Lesiones inflamatorias
Pústulas (granos con pus)
Pápulas  (granos)
Nódulos (granos grandes)

Secuelas
Cicatrices atróficas (con piel deprimida)
Cicatrices hipertróficas (con piel elevada)
Queloides (con piel elevada y rojiza)

Clasificación
Acné no inflamatorio
Leve
Moderado
Severo

Acné inflamatorio
Leve
Moderado
Severo

Formas especiales muy severas
Acné conglobata (Con pústulas, nódulos y puntos negros muy grandes  en la espalda)
Acné fulminante (Con Fiebre; y nódulos que se  hacen ulceras con costras con sangre, en la espalda y pecho)

Factores agravantes
Humedad-sudoración
Estrés
Tabaco
Período Premenstrual
Cosméticos y productos químicos oleosos
Fricción, roce, excoriación
Medicamentos, como vitaminas del complejo B, otros
Trastornos endocrinos ováricos o suprarrenales.